miércoles, 11 de abril de 2012

JARARA: UN POEMA DE RAFAEL BENJAMÍN






Foto: E. sánchez




Jarara




Las cabras corren hacia el corral espinoso.
Desde el letargo del chinchorro veo descender el globo del sol
y la anciana de manta negra
y rostro ennegrecido,
sigue urdiendo las coloridas cuerdas de lana.
De la serranía de Carpintero viene un viento
que hace crujir las varas de cardones y trupillos de la casa.
De las manos arrugadas salen haces de luz
y el ojo redondo de un chivo, recién sacrificado,
me mira acusándome: ni alma ni sombra,
gusano primordial
detenido en la oquedad de una hamaca.
Cruzan distantes las nubes como milanos
y arde de luz el cementerio con sus tumbas encaladas.
Ni alma ni sombra: nadie lavará tus huesos.
Una Ranger de placas venezolanas se detiene en el centro de la ranchería,
una radiogravadora aturde la tarde
- una guerra declarada al silencio - ,
los hombres que vienen armados buscando una razón para quedarse,
traen botellas del Old Parr, pero las mujeres se han ocultado.
La anciana está inmóvil bajo el cielo inclemente,
su imagen ennegrecida se refleja en los anteojos de espejo,
así permanecen, quietos, atrapados por la luz,
dan vuelta y se marchan.
Una mano me ofrece un mate de agua.
La suave y arrugada mano se posa en mi pecho,
entre sus dedos se desgaja el tiempo,
ella sabe que soy alguien que mendiga la muerte del recuerdo,
alguien con el alma molida entre guijarros,
alguien que espera el frescor de la noche para retornar al camino.
Canta muy quedo, muy cerca de mi oído
anudando silencios,
sin otro bien que el aire que compartimos,
y el anuncio de la luna que sale con una aureola blanca,
Pülowi anticipando el milagro de la lluvia.
Jarara:
el molino de viento gime y se duele
y una grieta invisible se abre
como una flor de algodón, como una leve hoja,
que se abandona al dulce abrazo de la noche.
Ni alma ni sombra,
el respirar lento de la tierra.

lunes, 9 de abril de 2012

PEREIRANOS. 4 CUENTOS DE CAMILO DIAZ-BAR

Balada 01
Balada 02
Balada 03

PEREIRANOS. Es una colección de cuentos inéditos de Camilo –Diaz –Bar.
Del conjunto de cuentos presentamos cuatro que ilustran el espíritu y estilo de la obra de este colaborador del blog. Los dibujos son de la serie " baladas, del artista de La Calera Hes.

1. Demasiado tarde


Sintió que un hilo de sudor le escurría por el centro de la espalda. Faltaban pocas cuadras para llegar al edificio de los juzgados donde debería comparecer para responder una demanda de divorcio. Le quitarían hasta el último centavo. Una mujer encoñada, una amante sin escrúpulos. Miró el reloj: faltaba un cuarto para las once de la mañana. De pronto se acordó de la carta que recogiera la noche anterior. La buscó en los bolsillos interiores de su chaqueta. ¿Por qué demonios no se acordaba de la nota? Miró el sobre de color verde suave, un color que le atraía. Entró en un café de billares y escogió una mesa en un rincón con una suave penumbra para sentarse. Pasó Kat, un pintor que cambiaba cuadros por comida o por trago, siempre el mismo tema, el mar, al fondo la isla de Johnny Cay y en un primer plano una palmera, todo en tonos azules, el cuadro siempre fresco, con olor a disolvente. ¿Qué tal hermano? Vendiendo el de un entrepierne que tengo esta noche. ¿Te interesa? Y sin esperar respuesta el pintor siguió su camino por entre las mesas. Juan Carlos observó cómo el overol azul manchado de pintura del rebuscador marino se perdía en la bruma, también azul, del humo de los cigarrillos de los tomadores de café tinto que ocupaban la parte anterior del salón. "Cierra los ojos Juan Carlos y llénate de fuerza. Hay que oler el peligro, sacar ese sentido animal que pone en estado de alerta hasta la más mínima fibra. No, no tengo ese valor. La vida está llena de equívocos. Otro más, eso es, otro más, tal vez una broma de mal gusto, un juego, insert coin, no hay plata, se acabó el juego, te mataron Wilde , es sólo un juego...." Y de nuevo lo invadió la tristeza, la de siempre, la de la soledad urbana que emerge entre la basura de una avalancha de signos que no cesa, símbolos sin un soporte interior, mensajes huecos, publicidad , la piel como pedazos rotos de una escenografía. Miró los afiches pegados a las paredes: japonesas desnudas que anunciaban motocicletas, increíble: con tetas como gringas, mujeres musculosas alzando pesas, versiones femeninas de Rambo, litografías sucias de polvo y humo, imágenes de santos olvidadas por el tiempo del ocio, tiempo que vale. ¡Tiempo! gritó un perdedor estrellando el taco de madera contra el paño verde de la mesa de billar. Un cono de luz sobre la mesa atrapaba partículas de polvo. Dos televisores encendidos y suspendidos de la pared pasaban una telenovela que sólo miraba el cajero y un lustrabotas. Pidió una cerveza y abrió el sobre:” Juan Carlos, por favor, no salgas. Te están esperando. Perdón, te pido perdón…” No pudo leer más. Era demasiado tarde…

2. María de los Milagros


Había bastante gente en el parque. ¡Permiso! Dijo la muchacha y se sentó a su lado. Traía un sándwich de cordero en una bolsa de papel. ¿Almuerza siempre aquí, en el Parque Nacional? Preguntó con la intención de entablar una conversación. No. Se me ocurrió venir hoy… Casi no ceden las lluvias. Al fin salió el sol. ¿Le molesta si fumo? No. Yo también fumo en ocasiones. Encendió un cigarrillo y se quedó absorto mirando hacia la cordillera de Monserrate. ¿Le gustan las montañas? Si. Esos cerros son sagrados. Me imagino...¿De dónde es usted señorita? De Pereira. No nos hemos presentado. Mucho gusto, me llamo Vicente. Yo, María de los milagros ¿Usted es de Bogotá? No, de Tocancipá, un pueblito cercano. ¿Lo conoce? No ¿Y qué haces Vicente? Doy clases de matemáticas a domicilio –completaba su ingreso de ingeniero de sistemas enseñando a Baldor y preparando estudiantes maquetas para los exámenes.- ¿Y usted? Nada, casi nada, vendo camisas de Pereira. Son muy buenas.- Vendía camisas marca Camel en las oficinas pùblicas en la que tenía amigos la dejaban entrar, y en ocasiones leía el tarot- Mientras la muchacha consumía los alimentos Vicente el habló del significado de los cerros para los indígenas muisca: Los cerros funcionan como un reloj y como un calendario estelar. ¿De donde vinieron los muiscas? Del oriente. En el siglo noveno de los cristianos llegaron a la tierra prometida...!Oiga! Usted es como fans del tema. Bueno, es que...
¿Por qué te ves triste?
Una mujer hermosa y triste se ve doblemente hermosa, pensó. Ella le dirigió una sonrisa. Vicente me parcho. Estoy buscando con urgencia una persona. Yo otra. Chao Vicente. Me gustó conocerte.
La vio marcharse rápido hacia el sur. Se esfumó. Simplemente se disolvió en el aire. Era como una flor fresca. Aspiró profundamente el suave olor a hiervas aromáticas dejado por la muchacha. Buscó el crucigrama del periódico. "Palabra de ocho letras: cosa frívola". Se le ocurrió la palabra “bagatela”, pero bagatela era tal vez, si la memoria no le fallaba, una melodía para piano de Bartok. Pero la música tenía sustancia. Pero no como el perfume dejado por la muchacha que tenía más alma, más sustancia.

3. Regla de cálculo


A veces recordaban el incidente. A Pilar le divertía pero él sentía la misma vergüenza, el mismo vacío en el corazón. Ella, Eugenia Rodríguez era la más tímida entre las tímidas. Buena estudiante, nerda, silenciosa, se ruborizaba por todo. Un día se apareció con una impecable falda blanca que acompañaba el uniforme de gimnasia, y Luis, que percibía el terror de sus compañeros mujeres a la primera menstruación, le puso en la silla, y sin que ella lo percibiera, tinta roja. Era la clase de geometría y por ser la mejor y la preferida del profesor, siempre la llamaban al tablero para demostrarle al resto de burros como se razonaba de manera correcta. Salió al tablero y sólo se oyó una carcajada general. Primero se puso pálida y luego, cuando el profesor, con igual embarazo se le acercó al oído para decirle que estaba manchada y que se retirara al baño. Ella se puso roja, del mismo color de al tinta, y tomando su valija, salió corriendo, bañada en llanto. Sufrió una crisis de nervios. Nunca sintió Luís tanta vergüenza, vergüenza que lo acompañaría por el resto de su existencia. Aclarada la pilatuna lo expulsaron del Colegio. Trató de hablar con ella, pero imposible, siempre rehusó cualquier contacto con él.
Y ahora, en esta hora triste de los enredos judiciales, verla ahora en el estrado, con su toga negra y su mirada de ave rapaz, sabiendo de su inocencia, pero también, como se lo dijo Pilar: “tu no entenderás nunca el dulce sabor que nos produce a las mujeres la venganza”.

4. Fuga


Tuvo una sensación fría, metálica, en la sien derecha. Abrió los ojos tratando de espantar el sueño. Un hombre le apuntaba con un revólver. Trató de incorporarse y recibió un golpe seco en la oreja derecha que lo inmovilizó. Intentó de nuevo pero alguien, un hombre bajito que estaba detrás y que no había percibido, le asestó otro golpe en la nuca y luego lo tomó del cuello. Trató de gritar pero el hombre le tapó la boca y le aplastó la cara con la almohada. Una luz brillante y un ruido eléctrico estallaron su cerebro. De un puntapié lanzado al azar derribó al hombre que lo estrangulaba, el otro le apuntó con el revólver, y se escuchó una detonación seca; el hombre del revolver cayó sobre Juan. Del agujero en el occipital brotaba un chorro de sangre. En la puerta de la alcoba estaba Marina, la pererirana, entre sus manos sostenía una pistola. Juan se quitó el cuerpo de encima, trató de levantarse, de de decir algo, pero no soportaba la cabeza y cayó tendido en el piso. Tengo que salir de esta pesadilla se decía mientras se deslizaba hacia un abismo oscuro arrastrado por un tibia y pegajosa corriente que manaba de algún lugar de su cuerpo. La muerte es un desprendimiento. Se escapan las vivencias del pasado como hojas desprendidas de un árbol. Vuelan, se esfuman en un espacio negro. Un cubo escénico. El teatro de la nada se abre sobre si mismo. Rueda, cae. Otra detonación sonó como el eco de una roca que cae en el abismo nocturno de la noche. Se acordó de las tizas estrelladas contra la pizarra del salón de clases en las guerras de los alumnos cuando por fuerza se retiraba el profesor. Sintió miedo, físico miedo. No estaba soñando. Lo sacaban en una camilla de su apartamento. Trató de incorporarse pero no pudo. Había dos muertos había dicho un agente de la policía. Y se derrumbó de nuevo en su inconsciencia. Recobró el conocimiento en la sección de urgencias de una clínica en la circumvalar. No se movió. Tenía un choc profundo. Trató de gritar pero no salía sonido alguno de su garganta. Ella, Marina estaba quizás muerta, asesinada en su apartamento. Una alarma se encendió en su mente presa de dolor y de confusiones. Lo habían dejado en un espacio que separado por cortinas de plástico formaba un cuarto. Un hombre de cachucha negra y chaleco antibalas estaba apostado a la entrada. Había una inmensa confusión por algunos heridos que llegaban a causa de la explosión de una bomba en un supermercado. Sudaba, tenía la boca reseca. Observó que el hombre de la cachucha de beisbolista salió, seguramente al baño. Lleno de angustia se incorporó, se desprendió la aguja del dispensador de suero, sintió un dolor intenso en la mano, brotaron algunas gotas de sangre. Buscó su vestido que estaba en una bolsa plástica al pie de la cabecera de la camilla metálica y en medio de la confusión se dirigió a un cuarto de ropas. Había algunos ganchos con prendas seguramente de las personas de turno. Tomó una bufanda y se envolvió el cuello, empujo nervioso la puerta de vidrio y cruzó por detrás de él vigilante y rápidamente salió tratando de absorber a través de su nariz todo el aire frío posible. Un camino incierto se abrió ante sus ojos y como entre un túnel, se lo tragó la noche.

domingo, 1 de abril de 2012

REFRANES Y DICHOS DE ANTIOQUIA, COLOMBIA.

El paisaje antioqueño. Imagen tomada de Internet



Venecia Antioquia. Cuadro de Alejandro Pinzón



Puente José María Villa. Una obra emblemática de los antioqueños



Amigos cibernautas: Les envío algunos dichos y refranes populares de la región colombiana de Antioqua. Muchos tienen su origen en el folclor universal, la Biblia, los textos morales y algunos son comunes en toda Hispanoamérica. R.B.


Algunos dichos en Antioquia, y en genral, en la región paisa (Departamentos de Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda, y norte de los departamentos de Tolima y Valle) se refieren al buen juicio a la hora de tomar decisiones. "Téngase de la crin que va ladeado" es un dicho de alerta para indicar que tienen un razonamiento o ha tomado una decisión equivocada.


"Al buen entendedor, pocas palabras bastan", se dice, con bronca, frente a un interlocutor que no entiende o se hace el desentendido.


"Del dicho al hecho, hay mucho trecho", se dice para mostrar el abismo que existe entre las palabras y los hechos. Y, "el que tiene boca se equivoca" porque somos débiles y hay incoherencias en la vida difíciles de explicar. Los dichos también nos invitan a aceptar y a asumir nuestras debilidades: "de médico, poeta y loco, todos tenemos un poco". Otros se refieren a la certeza en los argumentos, lo que le da a uno da seguridad – y por supuesto poder : " si te digo que la burra es parda, es por que tengo los pelos en la mano"... "si te digo que la burra negra no le busques pelo blanco" .


Otros dichos muestran que "humano es errar", y por eso "a la mejor cocinera, se le ahuma la olla" ; o "al mejor panadero se le quema el pandequeso" y "al mejor cazador se la va la liebre". Y " en casa de herrero, cucharón de palo".
El antioqueño se ufana de ser práctico y suele ser enemigo de la especulación – por eso casi no hay filósofos paisas- y afirma con frecuencia que, “no le busques cinco patas al gato” y la filosofía es precisamente el arte de buscar, o como se dice, de "buscarle pelos a una calavera".


Hay que ser lógicos dice el antioqueño en su pragmatismo, y por eso, "donde pasa la aguja, pasa el hilo"; y !cuidado con la ignorancia!, porque es campo propicio para los abusos, y "en la tierra del ciego, el tuerto es rey". (De allí que Alvaro Uribe fuese presidente lo mismo que César Gaviria, ambos de la región antioqueña).
La humildad es un valor y hay dichos que nos previenen sobre el éxito, la fama: "Antes que acabes, no te alabes"; Contra la fama te previene el refranero, “ cría fama y échate a la cama”.


Pero el paisa es falsamente humilde y evita, por tacañería o temor, mostrar su riqueza y bienestar. Al saludarlo ¿cómo estás?”, responde: “llevado”, “en la paila”, “llevándola”, "ahí, sacudiendo guayabos”; "en la mala”, “llevado del putas”. Nunca está bien.
En un pueblo de comerciantes y gente trabajadora - virtud eta última ya desaprecida - abundan los dichos que promueven una buena actitud frente al trabajo y el comercio. “A quien madruga, Dios le ayuda”. "Al vago y al pobre, todo les cuesta doble”. “Juventud ociosa, vejez trabajosa”; “ a Dios rogando y con el mazo dando". "No hay peor esfuerzo que el que no se hace". "No hay atajo sin trabajo". "Más hace una hormiga andando que un buey echado". "Al que no tiene plata, la cama lo mata y si tiene mujer, se acaba de joder".
Otras se refieren a los negocios y transacciones: "El que tiene tienda, que la atienda". Algunos dichos prevén claridad en las cuentas, prevención frente al fiado y fomento del ahorrro: "El que mucho fía, se queda con la bolsa vacía". “Hay que cuidar los centavos porque los millones se cuidan solos”. " Dos tontos conozco yo, y de todos a cual mayor, si el que da sus cosas al fiado, o el que sirve de fiador"


Pero hay que ser también osados en los negocios pues "el que no se arriesga no cruza el río", y en el juego pero hay que tener en cuenta que, "el que parte y recomparte, le toca la mayor parte". De un mal negocio se dice que, " se consigue más peleando". Y frente a un regalo, "a caballo regalado no se le mira el diente".


No se va más alla de lo comprometido pues "Acabándose el ahijado, se termina el compadrazgo.


!Cuidado con prestar los bienes que se han conseguido con esfuerzo y trabajo! " Les tiran como a violín prestado". "Carne que se lleva el gato no vuelve al plato" y "las cosas cuestan, y las que no cuestan… volvámoslas fiesta".
Hay que estar atentos, alertas: "el último en llegar, con la más fea le toca bailar". "Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente".
No obstante la dedicación al trabajo y los negociso hay tiempo para el amor pero, " el amor con hambre no dura". "Cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana". "El amor no se echa a la olla..." Se dice en Antioquia que, "amor de lejos, es amor de pendejos" (en Colombia , pendejo quiere decir de tontos)". "Que matrimonio y mortaja de cielo baja" y que, "el hombre propone la mujer dispone y el diablo sopla".
Otros dichos enseñan a aceptar la vida y sus dificultades: "a buena hambre no hay pan duro". "A lo hecho, pecho". "Dios aprieta, pero no ahorca". "Cuando no hay solomo de todo como". "Al mal tiempo, buena cara". "El que no tiene más, con su mujer se acuesta" y "si no hay sino yucas, hay que comerlas aunque esten malucas". No hay que temerle a la lluvia: la cabeza es redonda, la espalda tiene canal y el culo escurridera".


También enseñan los duchos a ser pacientes y a ir en la vida de manera segura, sin afanes inecesarios: "A camino largo, paso corto". "Despacio voy, porque de prisa estoy ".


Debemos aceptar las consecuencias de nuestras decisiones: "Si quieres el perro, acepta las pulgas". "La que quiere marrones aguanta tirones". " Lo que comienza mal, mal termina".


A veces hay una visión fatalista: "Cuando uno va de culos no hay barranca que lo ataje ". "Del árbol caído, todos hacen leña". Con cierto pesimismo se afirma que, "el que nace para buey del cielo baja enjalmado".


Hay un cierto sentido fáctico sobre la maldad y los malos instintos: "Al final, la cabra al monte tira" y "árbol que nace torcido, nunca se endereza".
"No hay mal que por bien no venga" y "una buena acción es la mejor oración". " Ojos que no ven, corazón que no siente".
Los hijos traen dificultades y alegrías,… "hijos crecidos, trabajos llovidos" y "a quién Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos".
Sobre las enfermedades y la los hábitos de salud abundan los dichos. "De golosos y tragones están llenos los panteones". "No hay mal que dure 100 años ni cristiano que lo resista". "Más vale sano que pagarle al cirujano " "Donde entra el sol no entra el médico", decía mi abuela.
En ocasiones la salud se usa como metáfora... "a veces el remedio es peor que la enfermedad". "A grandes males grande remedios".

La verdadera amistad es alabada en los dichos y refranes. "Amigo en la adversidad, amigos de verdad". Hay numerosas advertencias sobre los malos amigos y algunos consejos: " libros: pocos y buenos". "Al que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija". "Dime con quien andas y te diré quien eres." "Dios los cría y ellos se juntan". "Quien con el lobo se junta a aullar aprende". "Mejor solo que mal acompañado". " El buey solo bien se lame". "No cortes el árbol que te da sombra". "Entre más amistad, más claridad".
Sobre los males que pueden traer la riqueza y algunas virtudes de la pobreza se afirma que, " más vale libertad con pobreza, que prisión con riqueza". "El pan hay que ganarlo con honradez: Pan duro, pero seguro."
La esfera de lo personal es de cada uno: "Cada loco con su tema". "Cada oveja con su pareja". "Cada perro con su hueso". "Cada quien es dueño de su miedo". "El que come tierra carga su terrón". "La ropa sucia se lava en casa".
Hay que tener cuidado con algunas profesiones: "a los curas hay que oírles la misa y sacarles el cuerpo". "¡Cuidado con los abogados! tienen las manos cortas pero las uñas largas". Otras profesiones son muy reconocidas como sucede con las costureras "en cuyas casas nunca falta el pan" y los sastres, que llevan su empresa (la aguja) prendida a la solapa de su saco.
Sobre la responsabilidad personal se dice que "el que busca encuentra". "El que su buen salto da a sus pies se atiene". "El que al cielo escupe, en la cara le cae". "El que se fue a la Villa perdió su silla y el que se fue a Sonsón, su sillón". "El que con niños se acuesta, mojado amanece".
Pero el destino teje sus hilos y …" la suerte es loca y a cualquiera le toca". "La suerte de la fea la hermosa la desea" y ... "Al que le conviene, a la casa le viene".
Las disculpas, siempre las disculpas… "desde que las disculpas se hicieron el ratón no come queso". "El mal escribano le echa la culpa a la pluma".
El buen comportamiento, los buenos hábitos hacen una buena vida y la prolongada: "bien muere quien bien vive".
"Barriga llena, corazón contento" pero hay que ser moderados y cuidado con los excesos pues "bueno es el cilantro, pero no tanto", y "el gordo empalaga".
También los dichos nos llaman la atención sobre la brevedad de la vida: "Disfruta, come y bebe: que la vida es breve".
El canto tiene un gran valor para contrarestar las penas: "el que canta, sus males espanta".
Los dichos muestran lo admirable de la autenticidad y el valor "El que es un buen gallo en cualquier corral canta". Otro dicho señala que, "el valiente de palabras es muy ligero de pies". No te metas en líos aconseja el refranero, "el que nada debe nada teme", "En pleitos de hermanos, no metas las manos".
Sobre la imprudencia, el mal uso de la palabra y sobre la mentira se dice que… "por la boca muere el pez." "No hay más sordo que el que no quiere oír". "Más pronto cae un mentiroso que un cojo". "El que mucho habla, mucho yerra". "En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso". "En boca cerrada no entra mosca".
Hay que respetar la autoridad. "Donde manda capitán, no manda marinero" y "es mejor ser cabeza de ratón que cola de león". En ocasiones las cosas se desbordan pero "es mejor atajar que arriar".
¿Cómo conocer a las personas? "Por la maleta se conoce al viajero" " el hábito hace al monje", por el contrario se afirma que "caras se ven, pero corazones no" y "aunque la mona se vista de seda, mona se queda".


Una advertencia: "De noche, todos los gatos son pardos". "No crea que el indio es pobre porque la maleta es de hojas". "No todo lo que brilla es oro". Y ojo con la hipocresía y con los solapados "uñas de gato y túnica de beato".
Sobre la vejez se afirma que, "si a viejo quieres llegar, las cargas has de soltar". " El que no oye consejo, no llega a viejo". "El buey viejo bien se lame". "Loro viejo no aprende a hablar". "Más envejecen las penas que las canas".
Muchos dichos llaman la atención sobre el comportamiento desagradecido. "Hicíste como Blas, ya comiste, ya te vas". "Cria cuervos y te sacarán los ojos". "Le das el pan y te muerde la mano".
La experiencia tiene un inmenso valor: "La práctica hace al maestro". "Zorra vieja no cae en la trampa". "El diablo sabe más por viejo que por diablo". "Perro viejo, ladra sentado". "Lo que en los libros no está, la vida te lo enseñará". "Más vale malo por conocido que bueno por conocer". "Al que no sabe de ganado, hasta la boñiga lo embiste".


Esto es apenas una muestra de un repertorio inabarcable que expresa la manera de ser de un pueblo, y eso es todo por hoy.