martes, 14 de abril de 2009

SOMBRAS NADA MAS: TRES CUENTOS DE CARLOS SANCHEZ RAMOS

Foto de Galyk.
Foto de Marc Ullom (Evidencia)




SOMBRAS NADA MÁS...




1.
De vez en cuando le gustaba distraerse observando las sombras, como si aquellas ocultasen algún oscuro mensaje que solo algunos pocos podrían interpretar. Así había comenzado todo, como un juego, hasta que de pronto ya no pudo dejar de seguir con su vista las sombras que proyectaban los caminantes en las acercas del parque en las tardes de sol, o las rápidas siluetas que dibujaban las palomas al descender a comer y revolotear por la plaza principal. Los domingos solía maravillarse viendo cómo árboles, perros y otros animales se iban alargando sobre el césped a medida que pasaba el día hasta que se fundían con la oscuridad que trae la noche. Con práctica y el paso del tiempo ganó gran agilidad, al punto que podía identificar la marca y el modelo de los autos que paraban ante el rojo de cualquier semáforo con solo ver sus sombras en el asfalto. Conocía las sombras de todo en el pueblo, y los días de mercado ganaba apuestas y poco a poco ganaba reconocimiento. Era, tal vez, el hombre más famoso del pueblo.
Hasta que una noche, mientras caminaba hacia su casa sintió cómo una sombra los seguía insistentemente por calles, paredes y aceras, haciéndole tropezar con las cosas hasta que finalmente no pudo más y saltó al río queriendo evitar al espanto pero atrayendo la muerte. Si hubiera esperado un poco podría haber conocido a aquella joven sombra inquieta por conocer el secreto de los vivos...

2.
Sucedió de madrugada, mientras descansaba la juma en una banca del parque central, cuando vio con espanto cómo una sombra saltaba desde el techo de teja de la sede de la Caja Agraria y se perdía entre el jardín de amapolas de junto de la iglesia. Preocupado había salido corriendo hacia la estación de Policía para advertir acerca de tan extraño caso, cuando al doblar en la esquina de la Calle de las Moscas vio con angustia en la pared cómo desde la penumbra emergía la sombra de un cuchillo que se clavó con agudo dolor sobre su propia sombra...

3.
El misterio de los Agujeros Negros se había develado con la muerte de Lucky Luke, cuando todos en Oklahoma City observaron con gran tensión cómo por primera vez era más rápida su sombra en desenfundar que él...


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