Aprovechamos la ocasión para compartir también este otro poema de Rafeal Benjamín:
Señales
El reloj de pared
de la casa de mi abuela que anunciaba el Angelus
era apenas un escombro más, una escama más
de la herrumbre que vuelve inmaterial
el compás de la nave nocturna de mi vida.
Su voz, apenas audible,
bajo un cielo que no es cielo,
era una señal de estrellas
en este ir amurado
hacia la nada.
Amurado hacia la nada...
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