Hongos asociados al roble de uso comestible.
Los hongos constituyen un Reino de la Naturaleza (Reino Fungi) muy rico, diverso y útil. Los hongos son micro-organismos y lo que vemos, la “sombrillita” o la “oreja”, es su “fruto”, un órgano que utiliza para reproducirse.
Los antiguos indígenas Muisca que habitaban nuestra vereda, eran grandes conocedores y consumidores de hongos con fines alimenticios y medicinales. Antiguamente todas nuestras montañas estaban cubiertas de encenillos, y robles, y asociados a estos árboles se producen hongos casi en su totalidad, comestibles.
Hoy en día quedan pocas manchas de bosque pero todavía se pueden recolectar hongos comestibles, en especial los que conocemos como “manitas”, porque si los miramos en detalle, parecen manitas de cordero.
Si sembráramos robles y otros árboles nativos tendríamos en la época de lluvias abundantes hongos y muchísimos alimentos.
En la foto que les traemos, vemos unas manitas y un hongo asociado al roble. Estos hongos fueron recogidos por Doña Damiana.
Las “manitas” y waras, nombre chibcha de los hongos, se lavan, se sofríen en mantequilla o aceite con ajo, cebolla y otras hierbitas y se sirven. También se pueden freír con huevos.
Una curiosidad: En algunos lugares se utiliza el hongo que llamamos “ pedo de bruja” seco, para detener las hemorragias. Se aplica el polvo (las esporas) sobre la herida.
Los hongos constituyen un Reino de la Naturaleza (Reino Fungi) muy rico, diverso y útil. Los hongos son micro-organismos y lo que vemos, la “sombrillita” o la “oreja”, es su “fruto”, un órgano que utiliza para reproducirse.
Los antiguos indígenas Muisca que habitaban nuestra vereda, eran grandes conocedores y consumidores de hongos con fines alimenticios y medicinales. Antiguamente todas nuestras montañas estaban cubiertas de encenillos, y robles, y asociados a estos árboles se producen hongos casi en su totalidad, comestibles.
Hoy en día quedan pocas manchas de bosque pero todavía se pueden recolectar hongos comestibles, en especial los que conocemos como “manitas”, porque si los miramos en detalle, parecen manitas de cordero.
Si sembráramos robles y otros árboles nativos tendríamos en la época de lluvias abundantes hongos y muchísimos alimentos.
En la foto que les traemos, vemos unas manitas y un hongo asociado al roble. Estos hongos fueron recogidos por Doña Damiana.
Las “manitas” y waras, nombre chibcha de los hongos, se lavan, se sofríen en mantequilla o aceite con ajo, cebolla y otras hierbitas y se sirven. También se pueden freír con huevos.
Una curiosidad: En algunos lugares se utiliza el hongo que llamamos “ pedo de bruja” seco, para detener las hemorragias. Se aplica el polvo (las esporas) sobre la herida.
3 comentarios:
MUY IMPORTANTE ESTE ARTÍCULO. HACE UNOS DÍAS Y GRACIAS A LAS "MANITAS" PUDIMOS HACER UNA CENA MUY ESPECIAL PARA NUESTROS AMIGOS DE VILLA DE LEYVA.
Pensé que ese tipo de hongos se daba solo en el sur de chile, acá nace con las primeras lluvias de otoño, y dura solo unos días pues, cuando sigue lloviendo se hecha a perder.
En Colombia la tradición alimenticia de los hongos sólo sobrevive en los Andes en el Departameno de Boyacá, y de manera específica en Villa de Leiva y sus alrededores. Dicen que los curas, en La Colonia, prohibieron su uso, pero no hay documentos que lo confirmen. De todas manera la mayoría de los colombianos somos ajenos a esta cultura culinaria.
Publicar un comentario