lunes, 11 de junio de 2012

EL ARRECIFE AZUL

Presentamos las fotografias de Hes  tituladas " El arricefe azul".







FATUM: POEMAS DE HEREN SAGUT





Nos envían los siguientes poemas inéditos de Heren Sagut. La ilustración es de Hes.



Fatum



Bajo un tenue manto lunar 

el tiempo detuvo su marcha.


La noche inmensa

se abrazaba al Cerro Bravo

para detener la inevitable caída

de tus  párpados,

la huída de la piel

acariciada por la inmensa bóveda del cielo.


Te disolviste en el sueño

como un fragmento de luz

sobre un espejo roto,

y en el corazón de la hierba

aún duerme tu nombre…



Una señal, una esperanza


La ciudad era como el fondo triste

de un circo abandonado.


La esperabas con una señal de esperanza

entre los dientes

y una retahíla de palabras inconexas

que nunca dijiste. No era necesario.


Llegó con sus alas mojadas

pero era otra,

con el corazón roto,

y una sombra dolorida

sedienta de ternuras.



Libración



¿Por qué este cotidiano morir?

¿De dónde esta ansiedad densa y oscura?

Es este andar sin rumbo cierto

¿un huir?

¿una búsqueda?


Sangran las palabras en su infinito silencio…





Yo sé



Yo sé

que  los reflejos de luz

que  sobre el agua

se robaron tu cuerpo,

cruzan el firmamento de mi noche

y de tu mano vencida por el sueño.

Yo sé que una flor se abrirá en el viento

cuando me pidas,

una taza de café,

un beso,

y una hebilla para tu cabello.


Yo sé de ti,

cosas que no sé…



Declivio



Después de jugar tu vida

en los límites de la noche,

regresas siempre por caminos diferentes.

Son tristes los pasos de tu andar

y más triste su eco contra las paredes desiertas de la calle.


La sombra de un perro te acompaña hasta mi puerta.




La vida que fue



Son mis huellas

signos rotos sobre el camino.

Son el cuenco y la sed,

y se ha escrito que el eco de otros pasos,

otros corazones, recorrerán los caminos,

los gastados caminos de piedra de mis antepasados.


Ya vendrán con su risa y su llanto,

ya verán mis alas  abandonadas en la cuesta,

ya verán mis bendiciones

desde el cielo.



viernes, 8 de junio de 2012

IXCHEL. POEMAS DE CAMILO DIAZ-BAR

Les ofrecemos nuevos poemas de Camilo Díaz -Bar con ilustraciones de Nadiel Rodriguez.

Ixchel

Te amo ahora que estas lejos
y triste mi corazón
te llama.

Te amo Ixchel
luna errante
que cruza mis sueños.

Te amo
en mi espera
para compartir contigo y sin agenda
los alimentos
de mi mesa.

Te amo en mi tiempo vacío también
cuando el poema es un insecto blanco
detrás de mi ventana,
y nuestro amor
es una débil llama
en los brazos del viento.

Madrugada

En esta madrugada,
ceñido a tu cuerpo desnudo,
navegando en el eco de tu corazón,
he sentido ceder el tiempo
como una mariposa que resposa frente al mar
mecida
bajo la tibia sombra de un almendro.

Para llegar a tí, Ixchel

Para llegar a tu puerta
mil veces debí errar,
mil veces morir,
mil abismos,
mil flores,
navegando en el sueño.

Y aquí estoy,
desiertos los ojos,
de regreso de una noche insomne
ante tu puerta otra vez,
como un aprendiz de silencios,
como un ángel sin alas,
y ni siquiera un poema
que ilumine ante tu puerta,
mi último extravío.

Escucha Ixchel el clamor del viento,
escucha la fugaz canción
que gime en mi piel.
Esta noche,
junto a tu puerta,
conmigo
lloran las estrellas.


 Ixchel 1

 Ixchel 2

 Ixchel 3

Ixchel 4

miércoles, 30 de mayo de 2012

OLINDA, BRASIL. IMAGENES Y UN POEMA RECORDANDO A HELDER CAMARA

Nos envían imagenes de Olinda, Pernambuco, Brasil, uno de los primeros centros urbanos y portuarios establecidos en este extenso país. Hoy en día es un lugar turístico integrado a la ciudad de Recife. Olinda es una colina de calles estrechas y empedradas con casa hermosas y numerosas iglesias y conventos antiguos. Muchos artistas y artesanos viven allí. Es famoso su carnaval y su museo de títeres, (mamulengos) del nordeste. Aprovechamos la ocasión para incluír un poema de Rafael Benjamín dedicado a Helder Camara, Obispo de Recife, famoso en los años 60 y 70 por su dedicación y lucha en favor de los pobres. Fue uno de los pilares de la llamada "teología de la liberación". 


Ante la tumba de Helder Camara


La colina de Olinda reverbera bajo la antorcha del sol

y mi caminar lento por las calles empinadas me lleva al fresco vientre de la iglesia

donde reposan tus restos.

Entra un grupo de turistas asiáticos  y cruza veloz  por las mudas naves

registrando con sus cámaras, sin ver,

los detalles de la arquitectura y sigue su camino.  

Y la iglesia queda sola como una ballena varada en la playa.

Aquí estoy, en la penumbra, sentado frente al rectángulo de mármol

que sobre el piso de adoquines rojos de arcilla

dice  que allí, debajo,  estás: Helder  Camara arcebispo de Olinda e Recife

Bajo tu nombre un ave en vuelo

me dice

que allí no estás,

que fuiste un eco profético del corazón en llamas,

un inútil deseo del Dios abandonado que seguiste.


No recuerdo ninguna oración.  

Golpeo tu tumba para despertante,

pero sé,  

que allí estás,

que allí no estás,

que no duermes,

porque mientras exista  tanta miseria en este mundo,

tanta injusticia y desigualdad en nombre del progreso,

tanta hambre de comida entre los pobres,

tanta hambre de riqueza entre los ricos,

tanto odio en nombre de Dios,

tantas prisiones en nombre de la libertad

y tanta vanidad en los corazones de los seres humanos,

no tendrá descanso tu alma de pastor de ovejas

que manos ajenas esquilan,

y que lobos voraces devoran.

Temo mi querido peregrino del más allá

que predicaste en el desierto,

y que  en este tiempo vacío cuando la mañana no viene

y las ventanas no abren,

lo mejor es irnos a la playa – yo invito-

tomarnos una caipiriña, comernos un acaraje con carne molida

y echarnos en la arena a escuchar la música de las olas.


Una comparsa de frevo me devuelve al irreal mundo de la calle.


Hasta luego Helder:

si ves a Gerardo Valencia dile que su ejemplo, al igual que el tuyo,

son un baluarte de la fe en lo trascendental de la vida,

y en ella,

de la existencia humana.


Llega la noche y desde la colina, Recife parece un río de luciérnagas.

















miércoles, 11 de abril de 2012

JARARA: UN POEMA DE RAFAEL BENJAMÍN






Foto: E. sánchez




Jarara




Las cabras corren hacia el corral espinoso.
Desde el letargo del chinchorro veo descender el globo del sol
y la anciana de manta negra
y rostro ennegrecido,
sigue urdiendo las coloridas cuerdas de lana.
De la serranía de Carpintero viene un viento
que hace crujir las varas de cardones y trupillos de la casa.
De las manos arrugadas salen haces de luz
y el ojo redondo de un chivo, recién sacrificado,
me mira acusándome: ni alma ni sombra,
gusano primordial
detenido en la oquedad de una hamaca.
Cruzan distantes las nubes como milanos
y arde de luz el cementerio con sus tumbas encaladas.
Ni alma ni sombra: nadie lavará tus huesos.
Una Ranger de placas venezolanas se detiene en el centro de la ranchería,
una radiogravadora aturde la tarde
- una guerra declarada al silencio - ,
los hombres que vienen armados buscando una razón para quedarse,
traen botellas del Old Parr, pero las mujeres se han ocultado.
La anciana está inmóvil bajo el cielo inclemente,
su imagen ennegrecida se refleja en los anteojos de espejo,
así permanecen, quietos, atrapados por la luz,
dan vuelta y se marchan.
Una mano me ofrece un mate de agua.
La suave y arrugada mano se posa en mi pecho,
entre sus dedos se desgaja el tiempo,
ella sabe que soy alguien que mendiga la muerte del recuerdo,
alguien con el alma molida entre guijarros,
alguien que espera el frescor de la noche para retornar al camino.
Canta muy quedo, muy cerca de mi oído
anudando silencios,
sin otro bien que el aire que compartimos,
y el anuncio de la luna que sale con una aureola blanca,
Pülowi anticipando el milagro de la lluvia.
Jarara:
el molino de viento gime y se duele
y una grieta invisible se abre
como una flor de algodón, como una leve hoja,
que se abandona al dulce abrazo de la noche.
Ni alma ni sombra,
el respirar lento de la tierra.

lunes, 9 de abril de 2012

PEREIRANOS. 4 CUENTOS DE CAMILO DIAZ-BAR

Balada 01
Balada 02
Balada 03

PEREIRANOS. Es una colección de cuentos inéditos de Camilo –Diaz –Bar.
Del conjunto de cuentos presentamos cuatro que ilustran el espíritu y estilo de la obra de este colaborador del blog. Los dibujos son de la serie " baladas, del artista de La Calera Hes.

1. Demasiado tarde


Sintió que un hilo de sudor le escurría por el centro de la espalda. Faltaban pocas cuadras para llegar al edificio de los juzgados donde debería comparecer para responder una demanda de divorcio. Le quitarían hasta el último centavo. Una mujer encoñada, una amante sin escrúpulos. Miró el reloj: faltaba un cuarto para las once de la mañana. De pronto se acordó de la carta que recogiera la noche anterior. La buscó en los bolsillos interiores de su chaqueta. ¿Por qué demonios no se acordaba de la nota? Miró el sobre de color verde suave, un color que le atraía. Entró en un café de billares y escogió una mesa en un rincón con una suave penumbra para sentarse. Pasó Kat, un pintor que cambiaba cuadros por comida o por trago, siempre el mismo tema, el mar, al fondo la isla de Johnny Cay y en un primer plano una palmera, todo en tonos azules, el cuadro siempre fresco, con olor a disolvente. ¿Qué tal hermano? Vendiendo el de un entrepierne que tengo esta noche. ¿Te interesa? Y sin esperar respuesta el pintor siguió su camino por entre las mesas. Juan Carlos observó cómo el overol azul manchado de pintura del rebuscador marino se perdía en la bruma, también azul, del humo de los cigarrillos de los tomadores de café tinto que ocupaban la parte anterior del salón. "Cierra los ojos Juan Carlos y llénate de fuerza. Hay que oler el peligro, sacar ese sentido animal que pone en estado de alerta hasta la más mínima fibra. No, no tengo ese valor. La vida está llena de equívocos. Otro más, eso es, otro más, tal vez una broma de mal gusto, un juego, insert coin, no hay plata, se acabó el juego, te mataron Wilde , es sólo un juego...." Y de nuevo lo invadió la tristeza, la de siempre, la de la soledad urbana que emerge entre la basura de una avalancha de signos que no cesa, símbolos sin un soporte interior, mensajes huecos, publicidad , la piel como pedazos rotos de una escenografía. Miró los afiches pegados a las paredes: japonesas desnudas que anunciaban motocicletas, increíble: con tetas como gringas, mujeres musculosas alzando pesas, versiones femeninas de Rambo, litografías sucias de polvo y humo, imágenes de santos olvidadas por el tiempo del ocio, tiempo que vale. ¡Tiempo! gritó un perdedor estrellando el taco de madera contra el paño verde de la mesa de billar. Un cono de luz sobre la mesa atrapaba partículas de polvo. Dos televisores encendidos y suspendidos de la pared pasaban una telenovela que sólo miraba el cajero y un lustrabotas. Pidió una cerveza y abrió el sobre:” Juan Carlos, por favor, no salgas. Te están esperando. Perdón, te pido perdón…” No pudo leer más. Era demasiado tarde…

2. María de los Milagros


Había bastante gente en el parque. ¡Permiso! Dijo la muchacha y se sentó a su lado. Traía un sándwich de cordero en una bolsa de papel. ¿Almuerza siempre aquí, en el Parque Nacional? Preguntó con la intención de entablar una conversación. No. Se me ocurrió venir hoy… Casi no ceden las lluvias. Al fin salió el sol. ¿Le molesta si fumo? No. Yo también fumo en ocasiones. Encendió un cigarrillo y se quedó absorto mirando hacia la cordillera de Monserrate. ¿Le gustan las montañas? Si. Esos cerros son sagrados. Me imagino...¿De dónde es usted señorita? De Pereira. No nos hemos presentado. Mucho gusto, me llamo Vicente. Yo, María de los milagros ¿Usted es de Bogotá? No, de Tocancipá, un pueblito cercano. ¿Lo conoce? No ¿Y qué haces Vicente? Doy clases de matemáticas a domicilio –completaba su ingreso de ingeniero de sistemas enseñando a Baldor y preparando estudiantes maquetas para los exámenes.- ¿Y usted? Nada, casi nada, vendo camisas de Pereira. Son muy buenas.- Vendía camisas marca Camel en las oficinas pùblicas en la que tenía amigos la dejaban entrar, y en ocasiones leía el tarot- Mientras la muchacha consumía los alimentos Vicente el habló del significado de los cerros para los indígenas muisca: Los cerros funcionan como un reloj y como un calendario estelar. ¿De donde vinieron los muiscas? Del oriente. En el siglo noveno de los cristianos llegaron a la tierra prometida...!Oiga! Usted es como fans del tema. Bueno, es que...
¿Por qué te ves triste?
Una mujer hermosa y triste se ve doblemente hermosa, pensó. Ella le dirigió una sonrisa. Vicente me parcho. Estoy buscando con urgencia una persona. Yo otra. Chao Vicente. Me gustó conocerte.
La vio marcharse rápido hacia el sur. Se esfumó. Simplemente se disolvió en el aire. Era como una flor fresca. Aspiró profundamente el suave olor a hiervas aromáticas dejado por la muchacha. Buscó el crucigrama del periódico. "Palabra de ocho letras: cosa frívola". Se le ocurrió la palabra “bagatela”, pero bagatela era tal vez, si la memoria no le fallaba, una melodía para piano de Bartok. Pero la música tenía sustancia. Pero no como el perfume dejado por la muchacha que tenía más alma, más sustancia.

3. Regla de cálculo


A veces recordaban el incidente. A Pilar le divertía pero él sentía la misma vergüenza, el mismo vacío en el corazón. Ella, Eugenia Rodríguez era la más tímida entre las tímidas. Buena estudiante, nerda, silenciosa, se ruborizaba por todo. Un día se apareció con una impecable falda blanca que acompañaba el uniforme de gimnasia, y Luis, que percibía el terror de sus compañeros mujeres a la primera menstruación, le puso en la silla, y sin que ella lo percibiera, tinta roja. Era la clase de geometría y por ser la mejor y la preferida del profesor, siempre la llamaban al tablero para demostrarle al resto de burros como se razonaba de manera correcta. Salió al tablero y sólo se oyó una carcajada general. Primero se puso pálida y luego, cuando el profesor, con igual embarazo se le acercó al oído para decirle que estaba manchada y que se retirara al baño. Ella se puso roja, del mismo color de al tinta, y tomando su valija, salió corriendo, bañada en llanto. Sufrió una crisis de nervios. Nunca sintió Luís tanta vergüenza, vergüenza que lo acompañaría por el resto de su existencia. Aclarada la pilatuna lo expulsaron del Colegio. Trató de hablar con ella, pero imposible, siempre rehusó cualquier contacto con él.
Y ahora, en esta hora triste de los enredos judiciales, verla ahora en el estrado, con su toga negra y su mirada de ave rapaz, sabiendo de su inocencia, pero también, como se lo dijo Pilar: “tu no entenderás nunca el dulce sabor que nos produce a las mujeres la venganza”.

4. Fuga


Tuvo una sensación fría, metálica, en la sien derecha. Abrió los ojos tratando de espantar el sueño. Un hombre le apuntaba con un revólver. Trató de incorporarse y recibió un golpe seco en la oreja derecha que lo inmovilizó. Intentó de nuevo pero alguien, un hombre bajito que estaba detrás y que no había percibido, le asestó otro golpe en la nuca y luego lo tomó del cuello. Trató de gritar pero el hombre le tapó la boca y le aplastó la cara con la almohada. Una luz brillante y un ruido eléctrico estallaron su cerebro. De un puntapié lanzado al azar derribó al hombre que lo estrangulaba, el otro le apuntó con el revólver, y se escuchó una detonación seca; el hombre del revolver cayó sobre Juan. Del agujero en el occipital brotaba un chorro de sangre. En la puerta de la alcoba estaba Marina, la pererirana, entre sus manos sostenía una pistola. Juan se quitó el cuerpo de encima, trató de levantarse, de de decir algo, pero no soportaba la cabeza y cayó tendido en el piso. Tengo que salir de esta pesadilla se decía mientras se deslizaba hacia un abismo oscuro arrastrado por un tibia y pegajosa corriente que manaba de algún lugar de su cuerpo. La muerte es un desprendimiento. Se escapan las vivencias del pasado como hojas desprendidas de un árbol. Vuelan, se esfuman en un espacio negro. Un cubo escénico. El teatro de la nada se abre sobre si mismo. Rueda, cae. Otra detonación sonó como el eco de una roca que cae en el abismo nocturno de la noche. Se acordó de las tizas estrelladas contra la pizarra del salón de clases en las guerras de los alumnos cuando por fuerza se retiraba el profesor. Sintió miedo, físico miedo. No estaba soñando. Lo sacaban en una camilla de su apartamento. Trató de incorporarse pero no pudo. Había dos muertos había dicho un agente de la policía. Y se derrumbó de nuevo en su inconsciencia. Recobró el conocimiento en la sección de urgencias de una clínica en la circumvalar. No se movió. Tenía un choc profundo. Trató de gritar pero no salía sonido alguno de su garganta. Ella, Marina estaba quizás muerta, asesinada en su apartamento. Una alarma se encendió en su mente presa de dolor y de confusiones. Lo habían dejado en un espacio que separado por cortinas de plástico formaba un cuarto. Un hombre de cachucha negra y chaleco antibalas estaba apostado a la entrada. Había una inmensa confusión por algunos heridos que llegaban a causa de la explosión de una bomba en un supermercado. Sudaba, tenía la boca reseca. Observó que el hombre de la cachucha de beisbolista salió, seguramente al baño. Lleno de angustia se incorporó, se desprendió la aguja del dispensador de suero, sintió un dolor intenso en la mano, brotaron algunas gotas de sangre. Buscó su vestido que estaba en una bolsa plástica al pie de la cabecera de la camilla metálica y en medio de la confusión se dirigió a un cuarto de ropas. Había algunos ganchos con prendas seguramente de las personas de turno. Tomó una bufanda y se envolvió el cuello, empujo nervioso la puerta de vidrio y cruzó por detrás de él vigilante y rápidamente salió tratando de absorber a través de su nariz todo el aire frío posible. Un camino incierto se abrió ante sus ojos y como entre un túnel, se lo tragó la noche.

domingo, 1 de abril de 2012

REFRANES Y DICHOS DE ANTIOQUIA, COLOMBIA.

El paisaje antioqueño. Imagen tomada de Internet



Venecia Antioquia. Cuadro de Alejandro Pinzón



Puente José María Villa. Una obra emblemática de los antioqueños



Amigos cibernautas: Les envío algunos dichos y refranes populares de la región colombiana de Antioqua. Muchos tienen su origen en el folclor universal, la Biblia, los textos morales y algunos son comunes en toda Hispanoamérica. R.B.


Algunos dichos en Antioquia, y en genral, en la región paisa (Departamentos de Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda, y norte de los departamentos de Tolima y Valle) se refieren al buen juicio a la hora de tomar decisiones. "Téngase de la crin que va ladeado" es un dicho de alerta para indicar que tienen un razonamiento o ha tomado una decisión equivocada.


"Al buen entendedor, pocas palabras bastan", se dice, con bronca, frente a un interlocutor que no entiende o se hace el desentendido.


"Del dicho al hecho, hay mucho trecho", se dice para mostrar el abismo que existe entre las palabras y los hechos. Y, "el que tiene boca se equivoca" porque somos débiles y hay incoherencias en la vida difíciles de explicar. Los dichos también nos invitan a aceptar y a asumir nuestras debilidades: "de médico, poeta y loco, todos tenemos un poco". Otros se refieren a la certeza en los argumentos, lo que le da a uno da seguridad – y por supuesto poder : " si te digo que la burra es parda, es por que tengo los pelos en la mano"... "si te digo que la burra negra no le busques pelo blanco" .


Otros dichos muestran que "humano es errar", y por eso "a la mejor cocinera, se le ahuma la olla" ; o "al mejor panadero se le quema el pandequeso" y "al mejor cazador se la va la liebre". Y " en casa de herrero, cucharón de palo".
El antioqueño se ufana de ser práctico y suele ser enemigo de la especulación – por eso casi no hay filósofos paisas- y afirma con frecuencia que, “no le busques cinco patas al gato” y la filosofía es precisamente el arte de buscar, o como se dice, de "buscarle pelos a una calavera".


Hay que ser lógicos dice el antioqueño en su pragmatismo, y por eso, "donde pasa la aguja, pasa el hilo"; y !cuidado con la ignorancia!, porque es campo propicio para los abusos, y "en la tierra del ciego, el tuerto es rey". (De allí que Alvaro Uribe fuese presidente lo mismo que César Gaviria, ambos de la región antioqueña).
La humildad es un valor y hay dichos que nos previenen sobre el éxito, la fama: "Antes que acabes, no te alabes"; Contra la fama te previene el refranero, “ cría fama y échate a la cama”.


Pero el paisa es falsamente humilde y evita, por tacañería o temor, mostrar su riqueza y bienestar. Al saludarlo ¿cómo estás?”, responde: “llevado”, “en la paila”, “llevándola”, "ahí, sacudiendo guayabos”; "en la mala”, “llevado del putas”. Nunca está bien.
En un pueblo de comerciantes y gente trabajadora - virtud eta última ya desaprecida - abundan los dichos que promueven una buena actitud frente al trabajo y el comercio. “A quien madruga, Dios le ayuda”. "Al vago y al pobre, todo les cuesta doble”. “Juventud ociosa, vejez trabajosa”; “ a Dios rogando y con el mazo dando". "No hay peor esfuerzo que el que no se hace". "No hay atajo sin trabajo". "Más hace una hormiga andando que un buey echado". "Al que no tiene plata, la cama lo mata y si tiene mujer, se acaba de joder".
Otras se refieren a los negocios y transacciones: "El que tiene tienda, que la atienda". Algunos dichos prevén claridad en las cuentas, prevención frente al fiado y fomento del ahorrro: "El que mucho fía, se queda con la bolsa vacía". “Hay que cuidar los centavos porque los millones se cuidan solos”. " Dos tontos conozco yo, y de todos a cual mayor, si el que da sus cosas al fiado, o el que sirve de fiador"


Pero hay que ser también osados en los negocios pues "el que no se arriesga no cruza el río", y en el juego pero hay que tener en cuenta que, "el que parte y recomparte, le toca la mayor parte". De un mal negocio se dice que, " se consigue más peleando". Y frente a un regalo, "a caballo regalado no se le mira el diente".


No se va más alla de lo comprometido pues "Acabándose el ahijado, se termina el compadrazgo.


!Cuidado con prestar los bienes que se han conseguido con esfuerzo y trabajo! " Les tiran como a violín prestado". "Carne que se lleva el gato no vuelve al plato" y "las cosas cuestan, y las que no cuestan… volvámoslas fiesta".
Hay que estar atentos, alertas: "el último en llegar, con la más fea le toca bailar". "Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente".
No obstante la dedicación al trabajo y los negociso hay tiempo para el amor pero, " el amor con hambre no dura". "Cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana". "El amor no se echa a la olla..." Se dice en Antioquia que, "amor de lejos, es amor de pendejos" (en Colombia , pendejo quiere decir de tontos)". "Que matrimonio y mortaja de cielo baja" y que, "el hombre propone la mujer dispone y el diablo sopla".
Otros dichos enseñan a aceptar la vida y sus dificultades: "a buena hambre no hay pan duro". "A lo hecho, pecho". "Dios aprieta, pero no ahorca". "Cuando no hay solomo de todo como". "Al mal tiempo, buena cara". "El que no tiene más, con su mujer se acuesta" y "si no hay sino yucas, hay que comerlas aunque esten malucas". No hay que temerle a la lluvia: la cabeza es redonda, la espalda tiene canal y el culo escurridera".


También enseñan los duchos a ser pacientes y a ir en la vida de manera segura, sin afanes inecesarios: "A camino largo, paso corto". "Despacio voy, porque de prisa estoy ".


Debemos aceptar las consecuencias de nuestras decisiones: "Si quieres el perro, acepta las pulgas". "La que quiere marrones aguanta tirones". " Lo que comienza mal, mal termina".


A veces hay una visión fatalista: "Cuando uno va de culos no hay barranca que lo ataje ". "Del árbol caído, todos hacen leña". Con cierto pesimismo se afirma que, "el que nace para buey del cielo baja enjalmado".


Hay un cierto sentido fáctico sobre la maldad y los malos instintos: "Al final, la cabra al monte tira" y "árbol que nace torcido, nunca se endereza".
"No hay mal que por bien no venga" y "una buena acción es la mejor oración". " Ojos que no ven, corazón que no siente".
Los hijos traen dificultades y alegrías,… "hijos crecidos, trabajos llovidos" y "a quién Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos".
Sobre las enfermedades y la los hábitos de salud abundan los dichos. "De golosos y tragones están llenos los panteones". "No hay mal que dure 100 años ni cristiano que lo resista". "Más vale sano que pagarle al cirujano " "Donde entra el sol no entra el médico", decía mi abuela.
En ocasiones la salud se usa como metáfora... "a veces el remedio es peor que la enfermedad". "A grandes males grande remedios".

La verdadera amistad es alabada en los dichos y refranes. "Amigo en la adversidad, amigos de verdad". Hay numerosas advertencias sobre los malos amigos y algunos consejos: " libros: pocos y buenos". "Al que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija". "Dime con quien andas y te diré quien eres." "Dios los cría y ellos se juntan". "Quien con el lobo se junta a aullar aprende". "Mejor solo que mal acompañado". " El buey solo bien se lame". "No cortes el árbol que te da sombra". "Entre más amistad, más claridad".
Sobre los males que pueden traer la riqueza y algunas virtudes de la pobreza se afirma que, " más vale libertad con pobreza, que prisión con riqueza". "El pan hay que ganarlo con honradez: Pan duro, pero seguro."
La esfera de lo personal es de cada uno: "Cada loco con su tema". "Cada oveja con su pareja". "Cada perro con su hueso". "Cada quien es dueño de su miedo". "El que come tierra carga su terrón". "La ropa sucia se lava en casa".
Hay que tener cuidado con algunas profesiones: "a los curas hay que oírles la misa y sacarles el cuerpo". "¡Cuidado con los abogados! tienen las manos cortas pero las uñas largas". Otras profesiones son muy reconocidas como sucede con las costureras "en cuyas casas nunca falta el pan" y los sastres, que llevan su empresa (la aguja) prendida a la solapa de su saco.
Sobre la responsabilidad personal se dice que "el que busca encuentra". "El que su buen salto da a sus pies se atiene". "El que al cielo escupe, en la cara le cae". "El que se fue a la Villa perdió su silla y el que se fue a Sonsón, su sillón". "El que con niños se acuesta, mojado amanece".
Pero el destino teje sus hilos y …" la suerte es loca y a cualquiera le toca". "La suerte de la fea la hermosa la desea" y ... "Al que le conviene, a la casa le viene".
Las disculpas, siempre las disculpas… "desde que las disculpas se hicieron el ratón no come queso". "El mal escribano le echa la culpa a la pluma".
El buen comportamiento, los buenos hábitos hacen una buena vida y la prolongada: "bien muere quien bien vive".
"Barriga llena, corazón contento" pero hay que ser moderados y cuidado con los excesos pues "bueno es el cilantro, pero no tanto", y "el gordo empalaga".
También los dichos nos llaman la atención sobre la brevedad de la vida: "Disfruta, come y bebe: que la vida es breve".
El canto tiene un gran valor para contrarestar las penas: "el que canta, sus males espanta".
Los dichos muestran lo admirable de la autenticidad y el valor "El que es un buen gallo en cualquier corral canta". Otro dicho señala que, "el valiente de palabras es muy ligero de pies". No te metas en líos aconseja el refranero, "el que nada debe nada teme", "En pleitos de hermanos, no metas las manos".
Sobre la imprudencia, el mal uso de la palabra y sobre la mentira se dice que… "por la boca muere el pez." "No hay más sordo que el que no quiere oír". "Más pronto cae un mentiroso que un cojo". "El que mucho habla, mucho yerra". "En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso". "En boca cerrada no entra mosca".
Hay que respetar la autoridad. "Donde manda capitán, no manda marinero" y "es mejor ser cabeza de ratón que cola de león". En ocasiones las cosas se desbordan pero "es mejor atajar que arriar".
¿Cómo conocer a las personas? "Por la maleta se conoce al viajero" " el hábito hace al monje", por el contrario se afirma que "caras se ven, pero corazones no" y "aunque la mona se vista de seda, mona se queda".


Una advertencia: "De noche, todos los gatos son pardos". "No crea que el indio es pobre porque la maleta es de hojas". "No todo lo que brilla es oro". Y ojo con la hipocresía y con los solapados "uñas de gato y túnica de beato".
Sobre la vejez se afirma que, "si a viejo quieres llegar, las cargas has de soltar". " El que no oye consejo, no llega a viejo". "El buey viejo bien se lame". "Loro viejo no aprende a hablar". "Más envejecen las penas que las canas".
Muchos dichos llaman la atención sobre el comportamiento desagradecido. "Hicíste como Blas, ya comiste, ya te vas". "Cria cuervos y te sacarán los ojos". "Le das el pan y te muerde la mano".
La experiencia tiene un inmenso valor: "La práctica hace al maestro". "Zorra vieja no cae en la trampa". "El diablo sabe más por viejo que por diablo". "Perro viejo, ladra sentado". "Lo que en los libros no está, la vida te lo enseñará". "Más vale malo por conocido que bueno por conocer". "Al que no sabe de ganado, hasta la boñiga lo embiste".


Esto es apenas una muestra de un repertorio inabarcable que expresa la manera de ser de un pueblo, y eso es todo por hoy.

domingo, 15 de enero de 2012

LA CARTOGRAFIA CULTURAL

Foto: Juan Luis Isaza Londoño

Cartografía y patrimonio cultural inmaterial en el noreste amazónico

Enrique Sánchez


La cartografía cultural es en términos generales, la representación del territorio en un plano cartográfico que permite el análisis y comprensión espacial de los procesos culturales. En la cartografía cultural se indican hitos de la memoria y los elementos y lugares de alto valor cultural que hacen parte de la vida social, la historia y la concepción del mundo de un grupo humano.
El interés por la cartografía cultural en el ámbito del patrimonio cultural inmaterial proviene de la importancia que tiene para las comunidades y colectivos sociales la salvagurdia de los espacios culturales y en especial, de los sitios considerados sagrados, “ de poder” o de alto valor cultural.
De acuerdo a la Convención de la UNESCO del año 2003 sobre salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, este es definido como los, usos, expresiones, representaciones, y conocimientos y técnicas, junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes, que las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su identidad y memoria colectiva. El patrimonio cultural inmaterial asociado a los espacios culturales, de acuerdo al Decreto 2941 de 2009 comprende los sitios considerados sagrados o valorados como referentes culturlaes e hitos de la memoria ciudadana.
En la cartografía cultural en territorios de los pueblos indígenas se superponen de manera dinámica tres órdenes: el orden de lo sagrado, el del conocimiento sobre la naturaleza – en sentido amplio- y el de la historia y memoria colectiva.
El orden de lo sagrado: el territorio, en las cosmogonías tradicionales fue delimitado por los creadores. Desde esta visión, el mundo tiene un orden, unos principios, que las criaturas humanas debemos respetar. Como lo expresa un indígena del río Pirá Paraná mencionado por Ortiz: “El territorio He Yaia Godo esta ordenado desde el origen, desde que los mismos creadores constituyeron el planeta, el cosmos. Los creadores, los Ayawa, iban definiendo los límites de ese Gran Territorio a medida que lo recorrían en forma de Anacondas. La delimitación de este territorio no fue concebida por pensamiento humano alguno sino que el mismo origen, la historia, los eventos ocurridos en la evolución determinaron los límites del territorio como tal ” (En Ortiz, 2009).
En este orden, la representación del territorio se hace mediante complejas metáforas que a veces se desvirtúan en los procesos de traducción cultural. De acuerdo con Ortiz, refiriéndose a la concepción del territorio para las comunidades indígenas del Pirá Paraná, “ en el campo simbólico, el territorio representa una enorme maloca, insertada dentro de una maloca más grande que es el cosmos, la maloca es el modelo mediante el cual se puede entender el funcionamiento del territorio de cada etnia y el macroterritorio. Este hace referencia a la gran región comprendida por las cuencas de los ríos Negro y Caquetá, que es compartido con otros grupos que tienen una historia mítica común. Todos los grupos asociados a esta gran cuenca deben manejarla conjuntamente, la eficiencia de este manejo depende del trabajo mancomunado de los chamanes”, y trae una sugestiva imagen que expresa esta idea.
El territorio se representa también como un cuerpo humano, idea muy fuerte por ejemplo en los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Esta simbología es un elemento de cultura inmaterial fundamental para la comprensión de los procesos territoriales relacionados con la cultura, en la medida que permiten leer las complejas relaciones y flujo de energía entre el oren de lo sagrado y el “mundo visible”, cuya noción es similar, pero mucho más amplia, que nuestra noción de “naturaleza”.
Esta simbología de lo sagrado también se suele manifestar en un conjunto de hitos geográficos, rocas, chorros, montes aislados, salados, confluencia de quebradas, o sitios con marcas culturales, generalmente petroglifos y pictogramas.
El conocimiento sobre la naturaleza: se refiere a la apropiación social del espacio, del territorio, resultante de la experiencia y el conocimiento, aspecto que no se puede desprender del orden de lo sagrado.
Estos sistemas de conocimiento están en estrecha conexión con los ciclos ecológicos y productivos (calendarios ecológicos) asociados también a prácticas rituales o “curaciones” colectivas.
El territorio y la memoria social. Los territorios están cargados de sentido, de historia en la que se funden las tradiciones ancestrales que recuerdan el origen y los avatares de la condición humana, con hechos históricos recientes. El drama vivido por la esclavización y el etnocidio de la cauchería pervive en la memoria social con todo su dramatismo.
La memoria social se transmite de manera viva y directa entre generaciones en el ámbito d e la vida familiar, y de manera principal, en el de la maloka.
Estos tres ordenes, el de lo sagrado, el del conocimiento tradicional sobre la naturaleza y el de la memoria social, se entrecruzan permanentemente y es muy difícil sepáralos. Constituyen un complejo sistema cultural invisibilizado o no reconocido por la sociedad no indígena.
Y se tiene la percepción, en las mismas sociedades indígenas, en sus comunidades, que estas visiones del mundo, que estos sistemas de conocimiento y que la memoria social, se están debilitando. Las causas de este debilitamiento están inscritas en un largo proceso de imposición cultural, en algunos lugares como consecuencia del impacto de economías extractivas, del conflicto armado y la instalación de cultivos de uso ilícito, y de la ausencia de alternativas de bienestar y de oportunidades para enfrentar los retos del mundo globalizado de hoy en día. También de las políticas públicas desacertadas. Por ejemplo, la transferencia de recursos del Sistema General de Participación, las llamadas transferencias, ha generado más problemas que los que se querían resolver y difícilmente, es el caso de la Amazonia, se traducen en beneficios reales para las comunidades. Quedan pocos ancianos sabios depositarios de estos conocimientos y sus “canastos del saber” no encuentran a quien transmitirlo. Las autoridades tradicionales van siendo sustituidas por liderazgos institucionales y existe una preocupante migración de jóvenes a los centros urbanos.
Pero existe también un profundo proceso de resistencia y afirmación cultural y muchos jóvenes han emprendido el reto de recuperar estas vetas profundas de la cultura y se ven ya planes de vida, muy poco por cierto, que se fundamentan e inspiran en el ordenamiento tradicional. Lo interesante, es que muchos de estos ejercicios de afirmación cultural han echado mano de la cartografía como una herramienta de análisis y de pedagogía de los espacios culturales.
La cartografía moderna – aunque es un arte muy antiguo – introduce un orden funcional que utiliza la cartas geográficas – planos, planisferios y en la actualidad modelos digitales hechos a partir de imágenes satelitales y nuevas tecnologías, en escalas y planos inimaginables - como una herramienta que informa y/o guía la acción pública, o privada, con una intencionalidad, que no es ajena a las posiciones y conflictos de poder. En la cartografía se leen visiones del mundo, guías para la acción y la necesidad social de reducir los niveles de incertidumbre.
La cartografía es también una herramienta aplicada que sirve para la resolución de problemas prácticos como la construcción de una vía; la prevención de desastres, la realización de un censo de población, el uso del suelo, por mencionar algunos. Tiene múltiples dimensiones prácticas de naturaleza física y geográfica, biológica, socioeconómica y cultural, entre otras. Pero la cartografía desde el punto de vista de la cultura es una construcción de sentido, de significados localizados en un espacio.
La cartografía cultural se ha venido usando como una herramienta clave en los proceso de recuperación cultural. Se trata en ocasiones de una revisión profunda de los nexos telúricos de los pueblos, de las comunidades, con su territorio. Este es un tema central en el acuerdo de cooperación entre Brasil y Colombia porque la geografía de lo sagrado ha sufrido el impacto de la división fronteriza y de las particularidades institucionales de cada país. Es muy interesante ver, en el caso amazónico, los esfuerzos por recuperar y mantener los itinerarios o caminos rituales que deben seguir los recitativos u oratorias tradicionales de los chamanes, de manera rigurosa, en las “curaciones” y oratorias tradicionales, recitativos que recorren hitos que comienzan en la desembocadura del Amazonas al mar, y ascienden por el río Negro y sus afluentes en Colombia y Venezuela. Es el territorio cultural del Yuruparí y la anaconda ancestral, una narración y un ritual constitutivo – y unificador - de uno de los sitios de mayor diversidad cultural y lingüística del planeta.
La lengua es uno de los fundamentos del patrimonio cultural inmaterial. El fortalecimiento y revitalización de las lenguas nativas es un hecho fundamental en la salvaguardia cultural. De allí la necesidad de avanzar, como lo están haciendo las comunidades del bajo río Caquetá y el Mirití, en recuperar para la cartografía pública la toponimia en las lenguas propias.
Hay muchas bondades en la cartografía social cuando es apropiada como una herramienta de autogestión de los pueblos y comunidades. Se ha utilizado en la recuperación de tradiciones, de conocimientos sobre la biodiversidad, en la identificación de sitios sagrados; también como herramienta para el logro de acuerdos entre comunidades para el manejo de espacios de uso y el acceso a los recurso biológicos – en especial de la caza y la recolección, el llamado localmente “rebusque”-, y se ha utilizado para movilizar a las comunidades a partir de ejercicios como que comparan el ayer, el hoy y su proyección hacia el futuro.
El reto en la actualidad es el uso de la cartografía cultural con fines de salvagurdia del patrimonio espiritual de los pueblos y comunidades, teniendo en cuenta sus derechos territoriales, y en un momento de grandes tensiones sociales por la posible penetración, consentida o no, de nuevas empresas extractivas de recursos naturales del subsuelo o del bosque y la construcción de vías internacionales de comunicación y transporte.
La salvagurdia cultural pasa por la protección de los sitios sagrados y por la protección de los ecosistemas naturales – bosques, bosques inundables, sabanas, tapuyes y barzeas – y sus recursos. Pensar la cultura en el Amazonas es también pensar la cultura.
De la cartografía cultural esperamos el empoderamiento de las comunidades locales, la identificación de factores de riesgo que se ciernen sobre su territorio y su cultura y la identificación de potencialidades productivas. La cartografía debe ser tambien una herramienta pedagogica que ayude a la apropiación social del territoriopara y un apoyo técnico fundamental en los procesos de negociación intercultural.

viernes, 13 de enero de 2012

LA MUERTE SIN RITUALES DE DUELO

En el novenario o velorio
Tumba de niño o ángel (chigualo)


LA MUERTE SIN RITUALES DE DUELO


Algunos aspectos sobre la religiosidad de los afrocolombianos


Hernando Sánchez Gutiérrez


Apartes de la charla dictada en el II Semianrio Intenacional sobre Cementerios Patrimoniales. Ministerio de Cultura de Colombia. Cartagena de Indias, 20-23 de noviembre de 2011.



La religiosidad afrocolombiana sigue siendo un tema de estudio y revaloración. A diferencia de países como Brasil y Cuba, las tradiciones religiosas de origen bantú y yoruba, por ejemplo, se amalgamaron con la religiosidad cristiana, y le dieron una forma particular a las manifestaciones religiosas.
Los afrocolombianos tienen sus propias vivencias religiosas, personales y comunitarias, a través de las cuales se trasluce la herencia africana. En el ámbito colectivo la partencia a una comunidad de origen se expresa en las fiestas patronales y rituales funerarios, lo que recuerda los rituales comunales propios de las religiones del occidente de África.
Otro tema de interés es el culto a los santos católicos pero que adquieren en la tradición espiritual afrocolombiana un sentido particular de indudable matriz africana. Los altares domésticos con “imágenes de bulto” de los santos, las novenas y mandas (promesas) son expresiones de una religiosidad ancestral que en ocasiones, introduce la mediación y el culto a los espíritus de los muertos.
El viaje hacia el más allá, el lugar de los ancestros, se comienza desde el nacimiento y es un tránsito que en la tradición africana implica las expresiones colectivas de reconocimiento, dolor y afecto para quien emprende este viaje definitivo a un mundo inasible, el más allá, para quienes estamos de este lado de la realidad, a la que llamamos vida. Pero entre éste, y ese más allá , la frontera es porosa y hay caminos que los muertos recorren desde un mundo estelar, luminoso, lugar de los ancestros en la tradición bantú, o desde el infra-mundo, caminos que nosotros de manera involuntaria, a veces, recorremos en los sueños y a los que es posible acceder en algunas religiones de matriz africana, viajando o poseídos, través de complejos rituales en los que el llanto, el luto, los rezos, alabaos y en ocasiones los tambores juegan un papel fundamental. También el agua.
El agua en la espiritualidad afro significa la vida. En el sueño, nos recuerda nuestra primigenia condición acuática
Del mar y de los ríos se obtiene la pesca, de las corrientes se obtiene el agua necesaria par al alimentación, Sin agua no son posibles los cultivos y sin agua, no es posible viajar. El agua trae y lleva y son los ritmos de las mareas (puja, quiebra y baja marea) los que determinan también los ritmos de la vida en los litorales.
Y el agua como un espacio mediador entre el cielo la tierra es también la puerta de entrada al infra-mundo en su doble realidad: 1,) la tierra como fuerza generadora de "vida- razón" por la cual los muertos como las semillas de las plantas se siembran -y 2) también como un lugar donde los seres humanos, si caemos allí, vivos, o sin el duelo de nuestros seres queridos – porque allí se cae - tenemos una muerte y una “vida”, si se puede llamar así la existencia de los muertos, infeliz, como lo veremos más adelante.
Caer vivo (muerto en vida) o sin duelo, significa no estar mediado por el ritual, en otras palabras, no estar mediado por la cultura. No poder tener un lugar en los ancestros.
Antes de seguir con estos comentarios permítanme una digresión: hay dos hitos fundamentales de la muerte en algunas comunidades tradicionales afrocolombianas. El entierro del ombligo asociado a una planta, un árbol, una reconexión con las fuerzas vitales de la naturaleza, y la muerte física bien sea de un angelito – un niño- o de un adulto.
En el Pacifico existe una institución en las comunidades rurales –desafortunadamente en riesgo de desaparecer – asociaciones o juntas mortuorias tradicionales que se encargan de los rituales funerarios. Plañideras, rezanderas, vecinos y dolientes se reúnen en los novenarios a orar, cantar alabaos, tomar biche, café, fumar, y no faltan las historias y chistes. También hay juegos de mesa (dominó en especial) y ventas de alimentos alrededor de la casa del difunto con el fin de reunir recursos para el funeral, en espcial el novenario en el que durante nueve dias se hace culto al altar o "tumba" del difunto levantado en su honor. El luto es riguroso. Un alabao fúnebre del río Atrato recogido por Ana Gilma Ayala (2011) que canta el dramático momento en que el altar o "tumba" es retirado y el alma parte a su destino final :
Levanten la tumba
De cuerpo presente
Se despide el alma
En vida y en muerte.
Lloran mis amigos
También mi mamá
Levanten la tumba
Que el muerto se va.
Hasta hoy los acompaño
A estos rezanderos
Levanten la tumba
Que el alma es del cielo.
El Lumbalú de San Basilio de Palenque es un ritual que incluye música de tambores: el mayor, llamado también lumbalú o pechiche y dos tambores menores. El sonido de los tambores es un elemento fundamental en el Lumablú. Como lo señala el Grupo Muntú: “Los sonidos son fundamentales para la transición del más acá al más allá, de ahí que la presencia de los tambores en los rituales funerarios sean necesaria. A través del tambor se transmite el ánima de una dimensión a otra” (Grupo Montú 2008). Las mujeres en torno al muerto danzan y entonan sentidas canciones en lengua palenquera, algunas de ellas de clara procedencia africana.
Hay momentos en los que es viable la aproximación a los muertos. Uno, es el “Día de todos los santos” y los “cabo de año” donde los muertes regresan de manera a apacible a reafirmar las raíces familiares y comunitarias y a disfrutar, en una especie de licencia, del calor del hogar y sus afectos. Se sirve comida y bebida, se fuma y se conversa y se recuerda con afecto. Otros se parecen como “espantos”, endriagos porque la muerte fue violenta e interrumpió el cumplimiento de un destino, o porque el cuerpo no fue” velado” e inhumado. No hubo duelo y el alma, esa sombra que sale del cuerpo en los velorios, vuelve a un estado “primitivo” (anterior a la cultura).
Volvamos al agua. Los caminos del agua, tienen también una profunda connotación en los rituales y en particular los asociados al muerte. En los terreiros o lugares de culto del Candoble afrobrasileño, el ritual comienza en la parte baja del lugar, en una construcción en forma de embarcación que recuerda el viaje sin regreso de la diáspora en el que viajaron también los espíritus tutelares, pero que en realidad representa el viaje ritual en el que se accede la beatitud por los caminos que los santos nos trazan Subidos al barco empezamos tránsito, el viaje por las casas de los orichas, la casa de los ancestros hace tiempo muertos, y se llega, de la mano del babalao, a esa otra dimensión en la que se muere y se resucita, en el ritual, a una vida nueva.
En nuestro país, por razones que ha explicado el historiador chocoano Sergio Mosquera, los rituales afro se fundieron con los ritos cristianos, especialmente católicos.
Ese plano intermedio de las aguas, es gobernado por los mohanes y madres de agua, seres caprichosos que confunden a los pescadores enredándoles las redes pero que también los favorecen llenándolas de peces.


Y sobre dos espíritus del agua quiero hablar en esta ocasión: el Ribiel, un muerto que no tuvo duelo y Catalina Luango, una joven del Palenque de San Basilio que se fue viva al infra-mundo. En realidad dos personas que no tuvieron ritual de entierro. En estas notas – al igual que Aragón- escribo Ribiel con b, labial, por derivarse su nombre, a mi juicio, de ribera, orilla del mar o de un río. La mayoría de autores lo escriben con v, corta; en las citas se respeta su ortografía.
Hay numerosas versiones sobre el Ribiel. En una versión recogida por estudiantes de un colegio de buenaventura el Ribiel se aparece como visión que va caminando y va dejando en su paso candela. “Se forma de los huesos de las personas que se ahogan, asusta a los navegantes y a los pescadores, aparece en noches oscuras. Los pescadores ven dos luces, una cierta y la otra falsa, hacen confundir a los pescadores embrujándolos y cuando se dan cuenta que han sido engañados están mar a fuera y comienzan a rezar, ahí es cuando desaparece la luz y pueden enrutar nuevamente sus embarcaciones. El Riviel emite un grito así : ¡uh ah !.”.
La biblioteca del Centro Virtual Jorge Isaacs de la Universidad del Valle, en Cali, lo define como “ Riviel…Mito costeño de un hombre con una pequeña lámpara que navega y pesca en un potrillo o canoa de noche. Potrillo fantasma. Espíritu peligroso en el litoral Pacífico. Se desplaza en la tierra, en el mar en los ríos, en el infierno y en el firmamento. Le teme a la escopeta y al toque del tambor. Visión incandescente que transita en el mar en una mocha”.
El folclorista colombiano Javier Ocampo López trae esta versión: “Cuenta la tradición del Litoral Pacífico que en los primeros años del siglo XVII se presentó una batalla de piratería entre un velero español que llevaba mucho oro y unos bucaneros que buscaban afanosamente su robo y exterminio. En este enfrentamiento murió un pirata moro, maldiciendo al Dios de los cristianos. Su alma quedó errando por los esteros y manglares de la bahía de Buenaventura, por la isla de Gorgona y demás islas del Pacífico. Algunos han visto al "Riviel" como si fuera un enano de color negro y de olor nauseabundo, camina con mucha rapidez y se esconde en los manglares, usa un taparrabo de cuero de caimán, una franela sucia y rasgada; y un sombrero de caña, perforado, por donde salen sus pelos hirsutos y puntiagudos, tiene ojos de gato, fosforescente. Al Riviel le gusta surcar el mar en una piragua pequeña. que parece la concha de una gran tortuga; navega en noches oscuras, cuando no hay estrellas en el firmamento. le gusta asustar a los contrabandistas y personas extraviadas en el mar o en el Litoral Pacífico. Hace levantar las olas hasta altura muy elevadas. le complace chupar los sesos de las personas que mueren debido al terror que causa su espanto. En Juanchaco y en las cercanías de Buenaventura pesca cangrejos y almejas. Es el terror de los navegantes en noches de tempestad. Sin embargo el Riviel es enemigo de la luz; por ello, para que no llegue al lugar de los asentamientos humanos, las gentes acostumbran a encender fogatas y rociar agua bendita. Algunas gentes del Litoral pacífico dicen que las piernas del Riviel alumbran como una llamarada azul , la cual ven los pescadores en el mar y en los ríos”.
El Ribiel, nos informan Pedoza y Landázury (1994) “Representa un control ecológico. Los pescadores deben pescar lo necesario, devolverse a sus casas y no quedarse solos en el mar. Los viajeros deben ser prudentes. En este sentido tiene similitudes con la Madremonte andina, que asusta a los colonizadores y devastadores de selvas. El Riviel es una luz que se acerca por el mar al pescador solitario y hunde su barca”.
Otra fuente informa que se trata de un endriago que se deleita causando espanto a los pescadores nocturnos. “Cuentan que el Riviel se aparece en un potrillo (canoa) mocho, es decir, que no tiene proa y en su lugar esta protegido por una tabla que impide la penetración del agua. Este espanto se les presenta a los pescadores nocturnos, a quienes pregunta en forma sencilla "amigo, ¿como esta la pesca?" y cuando el pescador le responde, siente que el potro empieza a ponerse pesado hasta el punto de no poder moverlo. Si el pescador no acepta el dialogo propuesto por el Riviel, este se conforma con confundirlo de tal manera que no consigue enrumbar su embarcación y solo puede hacerlo al amanecer, cuando ya no recuerda nada de lo sucedido. Hay quienes afirman que el Riviel acostumbra chuparle el cerebro a algunas de sus victimas, quienes son encontradas con el cráneo totalmente vacío”.
En síntesis el Ribiel:
• Viste mal, tiene un mal aspecto
• Viaja en una canoa defectuosa
• Le hace daño a las personas en especial cuando navegan solitarias.
• En una de las versiones es antropófago
• Es un endriago luminoso pero le teme a la luz. También a los tambores, las oraciones, al agua bendita y a la escopeta.
• El Ribiel grita
Lo que nos interesa de manera particular es el origen de la leyenda: Sobre el origen del Ribiel contaba Natividad Ortiz, una habitante del municipio de López de Micay, Departamento del Cauca :
“…En la desembocadura del río Naya llevaban un cadáver en una canoa; la noche era muy oscura y con tormentas, los señores que acompañaban al muerto saltaron a tierra a comprar aguardiente y biche ; pero se olvidaron del muerto, al que habían dejado en la ribera del río. Cuando se acordaron del muerto era demasiado tarde puesto que con la crecida y la fuerza del agua el muerto fue arrastrado, y desde entonces su alma quedó errante espantando y ahogando a las personas que viajan por el mar en embarcaciones menores, canoas o portillos; es decir, desde entonces quedó con el nombre de Ribiel o Riberano…”
Es decir, este muerto, por negligencia de sus amigos o familiares no pudo ser enterrado y cayó al infra-mundo llevado por las aguas. Triste destino que cobra venganza en los pescadores solitarios.
Sobre la historia de Catalina Luango, en San Basilio de Palenque se cuenta que era una joven hermosa cantadora del ritual funerario del lumbalú, que acostumbraba bañarse en una ciénaga (quizá la ciénaga de Palotá) y allí se enamoró del pez “barburito”, - otros dicen que de un lentón - que no era otra cosa que el Mohán, un personaje que vive debajo del agua en un pueblo sumergido, idéntico al palenque, donde se camina al revés, se come sin sal y en donde Catalina se convirtió también en mohana. Catalina vuelve al palenque cada vez que hay un muerto para acompañarlo al más allá (Grupo Muntú, 2008).
“Como toda mujer de Palenque Catalina visita el arroyo para sacar agua y llevarla a casa, pero una vez cogió un tanque y su taza y salio para la ciénaga para sacar agua. Fue con una amiga y vieron un lentón y Catalina quería sacarlo con la taza del agua, pero el lentón [un tipo de pez] no se dejaba atrapar, la amiga de Catalina le dijo que lo deja que ya nos íbamos, pero Catalina no hizo caso a su amiga, todas se fueron para sus casas y Catalina se quedó. Pero como los niños son tercos Catalina intentó sacar el lentón. Cuando llegó a la orilla, estaba cerca, y cuando intentaba atraparlo se iba a la profundidad y cuando se dio cuenta estaba en la profundidad, y nada que se dejaba atrapar. Cuando Catalina vio estaba en la profundidad hundida sin saber como. Todos buscaban a Catalina y nadie la veía. Hasta que una vez murió un familiar de ella y así pudo aparecer Catalina llorando y cantando lumbalú detrás del corral de los caballos y después desaparecía por un largo tiempo y así lo mismo aparecer cantando y llorando detrás del corral, pero un día todos se pusieron de acuerdo para agarrarla cuando viniera, un día apareció y la amarraron con la sotana que tenia el cura y la metieron dentro del iglesia, cuando dejaron sola a para venir el otro día ya no estaba, con lo que hicieron los familiares ni sus velorio ni de otras personas, Catalina no volvió llorando.” .
En las distintas versiones aparece el evento del cura haciendo un exorcismo, pero sin eficacia porque Catalina desaparece y regresa al agua. En síntesis Catalina:
• A diferencia del Ribiel, se fue viva – ahora se diría que estaba desaparecida- enamorada de espíritu del infra-mundo –
• Vive en un mundo igual a este, un reflejo de este, pero donde se cocina sin sal y se tienen los pies al revés.
• Lo mas seguro es que murió y no tubo el ritual del lumbalú
• Aparece en los Lumbalú
• Fue exorcizada sin éxito
• En algunas versiones catalina se convierte en una intermediaria que ayuda a los muertos en su viaje al mundo luminoso, pero que a diferencia de la Virgen del Carmen – intermediaria en la religiosidad popular entre el purgatorio y el cielo - no puede entrar.
Las dos historias dan cuenta de un hecho muy significativo para los afrodescendientes: el temor a no ser enterrado como es debido, es decir, con el dolor y el ritual de sus allegados. Un entierro sin funeral sería una caída perpetua al infra-mundo donde se viviría envidiando el mundo de los vivos o sería una sombra, una “alma errante” y sin reposo como Catalina, pidiendo la oportunidad del funeral. Si examinamos detenidamente los diferentes relatos observamos como estos muertos sin funeral involucionan, entran a un mundo donde no existe la cultura, no hay comunidad. La canoa mocha y el viaje solitario del Ribiel, la comida sin sal del mundo ambiguo en el que vive catalina son expresiones de esta pérdida de la cultura. Los espantos en sus apariciones causan enfermedades, “sustos” expiando a la familia, la comunidad por el hecho de no haber sido enterrados y llorados para ocupar un lugar entre los ancestros.
Asistir a los funerales, novenarios y cabos de año, es un valor muy importante en la cultura afro lo mismo que visitar y acudir a los enfermos. En los funerales se construye comunidad. Allí se reafirman los lazos familiares y comunitarios y se recupera la dimensión de continuidad generacional e histórica de una comunidad. El que visita y asiste a los enfermos asegura un lugar en el mundo luminoso que llamamos cielo.
Toda esta reflexión, tal vez innecesaria, tiene como fin llamar la atención sobre tres cosas:
1. La necedad de conocer, valorar y respetar el patrimonio cultural inmaterial afrocolombiano asociado a los rituales y tradiciones funerarias fundidas con el universo cultural del cristianismo, pero que expresa valores y tradiciones de indudable matriz africana.
2. Valorar los cementerios comunitarios, que no tienen monumentos, sólo distinguibles por unas cuantas cruces deterioradas y una vegetación distinta, cultivada, como lugares sagrados donde descansan los ancestros y como hitos de la memoria social, de altísimo valor patrimonial.
3. la necesidad de una legislación que sancione ejemplarmente las afrentas contra los cementerios comunitarios y la dignidad de los muertos. Esto, en razón de la dolorosa experiencia que vivieron numerosas comunidades y familias negras del Pacífico a quienes los grupos armados al margen de la ley, les prohibieron enterrar a sus hijos salvajemente asesinados por ellos. Si en la película “Los abrazos del río, de Nicolas Rincón”, los mohanes se marcharon de las aguas hastiados de tanto horror, en el Pacífico, innumerables Ribieles deambulan por cosas y ríos, pidiendo, además de justicia, un funeral digno que los eleve al lugar luminoso donde viven los ancestros.
BIBLIOGRAFÍA
Grupo de investigación Montù. Palenque. Historia libertaria, cultura y tradición. Palenque 2008..
Mosquera Sergio Antonio. Visiones de la espiritualidad afro colombiana. 2001.
Ocampo López Javier. leyendas populares colombianas.
Pedrosa Álvaro y Landazury Alfredo : La vertiente Afropacífica de la tradición oral
Editorial Facultad de Humanidades. Universidad del Valle, 1994
Universidad del Valle. Centro Virtual Jorge Isaacs.